Del perro guía a la inteligencia artificial

#Pure tech

19.10.2023 Tiempo de lectura: 5 minutos

Equipo editorial BizkaiaTech

Ilustración: Dani Maiz

El estallido casi nos deja sordos. Abro los ojos y no veo nada. Los vuelvo a cerrar, y nada. ¡Dios, me he quedado ciego! Esta guerra va a acabar con todos nosotros y ya no sabemos ni para qué luchamos. Es junio de 1918, hace calor en el frente. Entre las literas se escucha que la guerra está terminando, por fin podremos volver a abrazar a nuestros seres queridos, olerlos y tocarlos, pero no verlos. No sé cómo podré caminar, necesitaré uno de esos perros que guían a los soldados ciegos.

Estamos en el 2023 y la cosa sigue chunga en términos generales, pero ha mejorado mucho en términos de calidad de vida y autonomía para las personas con discapacidad visual. El origen del perro guía se remonta a la Primera Guerra Mundial, concretamente cuando los soldados heridos tenían que volver a sus vidas fuera del campo de batalla.

Lo leemos en la web de la Federación Internacional del Perro Guía, aunque existen documentos que muestran perros ayudando a personas con discapacidad visual desde el siglo I d.C. En la historia moderna fue el Dr. Gerhard Stalling quien tuvo la idea de entrenar perros en masa para ayudar a los afectados (hasta aquí hablamos en masculino porque en la Primera Guerra Mundial es lo que había).

Pues sí, aparte de darnos compañía y amor también son capaces de guiar, dar independencia y autonomía a muchas personas. Según la Organización Mundial de la Salud se estima que en el mundo hay 253 millones de personas ciegas o con algún tipo de discapacidad visual, por lo que la necesidad y el deseo de poner la tecnología y la ciencia a funcionar en nombre de la diversidad es indiscutible. Sin embargo, la figura del perro guía ya no es tan necesaria como antes. El mundo techy también avanza con mirada abierta e inclusiva para personas invidentes.

Y para muestra un botón, te dejamos aparatos con la última tecnología que nos hacen la vida un poquito más amable:

  • WeWalk

    Muestra de ello es el bastón inteligente WeWalk, que incorpora tecnología tan democratizada como la de nuestro móvil. En el mango podemos encontrar un altavoz, un micrófono y un sensor háptico que envía vibraciones a la persona como si de notificaciones se trataran. Al contar con la tecnología Bluetooth se puede sincronizar con el móvil a través de una app. Gracias a esto es posible usar Google Maps y asistentes virtuales, así la persona sabe dónde está el nuevo restaurante del barrio o cualquier sitio que quiera descubrir.

  • Lysa

    La inteligencia artificial también está conquistando este mundo. Que tu perro te hable es la ilusión de muchas personas, Lysa es un perro robot dotado de IA y GPS que nació para ayudar a personas con visibilidad reducida y es capaz de comunicarse con sus humanos. Además, mapea el entorno, identifica objetos para evitar choques y dispone de un GPS para guiar hacia los sitios. Nunca podrá dar la compañía que los perros guías dan, pero es diez veces más barato (Lysa cuesta 3.000 € y, según la ONCE, un perro guía está entorno los 30.000 €).

  • Seeing AI

    Esta aplicación de Microsoft aprovecha el potencial de la inteligencia artificial. Narra de manera descriptiva el mundo que te rodea para que las personas ciegas o con visión reducida ganen autonomía y calidad de vida. Echa una mano en momentos tan cotidianos como reconocer a una persona, detectar billetes o leer textos de las pantalla o escritos a mano, entre otras muchas. Es una experiencia de realidad aumentada de audio para explorar el entorno.

  • Tefi

    Tefi es el perro robot que surgió del Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información (ITEFI), parte del CSIC. El invento ayuda a las personas con discapacidad a través de algoritmos de inteligencia artificial basados en deep learning. El instituto buscaba dar una solución al problema que tienen muchas personas con discapacidad; el coste y el tiempo de espera para conseguir un perro lazarillo. Gracias a la IA, a su sistema de aprendizaje automático y a su cámara es capaz de diferenciar los objetos, los colores del semáforo y guiar a personas con demencia, alzhéimer y con discapacidad visual. Además, está conectado a Google por lo que te informa del tráfico y se puede comunicar a través de la voz.

    No podemos comparar la calidez de un animal con una máquina y existen muchas barreras alrededor de la tecnología, pero estas son más mentales que tangibles. Como hemos comprobado con este artículo, la IA, la domótica, la robótica o la incorporación de una simple cámara y un GPS hacen que las personas con discapacidad sean más libres, más autónomas, y en consecuencia ganen calidad de vida.

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