El proyecto de El Bosque de Oma

Aprende más acerca del origen del proyecto, su evolución y sus obras

Historia

El comienzo del proyecto

En el año 1982 el artista Agustín Ibarrola comenzó a pintar los pinos del bosque cercano a su caserío con la intención de utilizar el paisaje como lienzo para dar continuidad a su expresión artística. Es en este momento cuando decide romper la ley de la perspectiva y transgredir la tridimensionalidad de una línea blanca hasta convertirla en bidimensional.

A partir de entonces explora las posibilidades que le ofrece la disposición de los árboles del bosque jugando con los distintos planos de profundidad y creando conjuntos artísticos compuestos por figuras humanas, curvas o líneas rectas y círculos de colores intensos.

Las ideas y conceptos que va desarrollando se vuelven más complejos y avanza en diversas direcciones a la vez que el bosque pintado lo hace en extensión. Con la ayuda de dos alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU realiza gran parte de la obra que estuvo abierta al público hasta 2018, momento en el que el ciclo biológico del bosque llega a su fin.

Ante la importancia que había adquirido la obra, la Diputación Foral de Bizkaia comenzó el proceso de hacer perdurar el Bosque, para lo que contó desde el primer momento con el apoyo del artista que había dejado claro su deseo de que el bosque le perviviera.

De esta manera y con el fin de preservar El Bosque de Oma se ha trasladado la obra de Ibarrola a un nuevo emplazamiento recuperando además conjuntos artísticos originales perdidos por talas, ataques y caídas naturales de árboles.

En la actualidad podemos disfrutar de El Bosque de Oma más completo y más fiel a la idea originaria del artista.

Arte en la naturaleza

El Bosque de Oma es una obra que puede inscribirse en la corriente artística denominada Arte y Naturaleza movimiento que surge a finales de los años sesenta del siglo XX y que tiene como finalidad trasladar el trabajo artístico a la naturaleza, utilizando el paisaje como marco, soporte y materia prima para el artista. En el caso de El Bosque de Oma el soporte elegido es la corteza de pino de la especie radiata originaria de América e importada a comienzos del siglo XIX.

El peso del tiempo en el Bosque

La plantación de pinos sobre la que se erigía la obra artística de El Bosque de Oma en su ubicación original, databa de finales del año 1960, por lo que, a comienzos del siglo XXI, próximo al final de su ciclo vital, el estado del bosque se vio agravado debido sobre todo a la enfermedad de la “banda marrón”. La caída de varios ejemplares del bosque provocó su cierre por cuestiones de seguridad en 2018. Posteriormente y con el fin de que El Bosque de Oma perdurase la Diputación Foral de Bizkaia buscó una nueva ubicación para la obra de Agustín Ibarrola.

La migración de Oma en dos fases

El primer paso para llevar a cabo la migración fue encontrar otro bosque que tuviera las mismas características que el bosque originario sobre el que el artista plasmó su obra. Para ello, la institución foral trabajó con personal técnico forestal. Posteriormente, de la mano de un equipo multidisciplinar se analizó la ubicación concreta de cada uno de los conjuntos artísticos que componían la obra.

Primera fase

La primera fase, llevada a cabo en 2022, consistió en planificar el futuro Bosque. Se comenzó por localizar dentro del bosque los espacios más adecuados para albergar cada conjunto y se continuó con el diseño de los caminos y el mantenimiento del arbolado y los setos siguiendo criterios de sostenibilidad. A continuación, se pintaron casi la mitad de los conjuntos artísticos que conforman la obra, entre ellos los más populares como el Arco Iris de Naiel y Los Ojos.


Segunda fase

La segunda fase realizada en el año 2023 supuso el pintado del total de 34 conjuntos compuestos por más de 800 árboles.


Proyecto creativo

Recorrido por el Bosque

Según vamos caminando por el bosque, las figuras se crean, se componen ante nuestros ojos

  • Recorrido por el Bosque

    A medida que vamos caminando por el bosque podemos ir descubriendo figuras y motivos representados en los árboles que tienen entidad en sí mismas, y en otros casos, tenemos que pararnos y observar un conjunto de varios árboles que representan una composición artística más compleja.

  • Percepción

    Además, dependiendo del punto de observación desde el que contemples las figuras la percepción de las mismas puede transformarse y cambiar. De esta manera la persona visitante se convierte en protagonista de la obra de arte realizando su propia interpretación.

Realiza el recorrido por los conjuntos artísticos

El Bosque de Oma app

Ya puedes descargar la nueva app de El Bosque de Oma y disfrutar de una experiencia completa en tu visita al Bosque.