El derecho humano al agua y el fortalecimiento comunitario con la comunidad maya de Petén

Desarrollo

La ONGD Oscarte y su socia local, la ONG Sagrada Tierra, se han reunido con el equipo de la Dirección de Cooperación de la Diputación Foral de Bizkaia para tratar la situación de la comunidad maya Q´eqchi´ de El Quetzalito, en Sayaxché, Petén en el marco del Proyecto presentado a la convocatoria de 2021 “Desarrollo comunitario, equitativo y sostenible garantizando el derecho humano al agua y el empoderamiento de las mujeres indígenas desde una visión global”. Para ello, se ha contado con la presencia de Olivia Acte, promotora local de Sagrada Tierra y Rolando Pinelo.

El cuidado de la tierra para las comunidades indígenas guatemaltecas es una cuestión prioritaria. Rolando expone que “la tierra es donde se encuentra la identidad propia”. Sin embargo, las plantaciones de la palma de aceite atosigan y rodean el territorio de Petén, lo que, entre otras cuestiones, hace complicado el acceso equitativo a agua potable. En una de las imágenes que nos muestran se puede apreciar cómo la pureza de un arroyo cercano a la comunidad de El Quetzalito ha sido gravemente afectada. Olivia explica que la contaminación proveniente de plantaciones adyacentes alteran en gran medida la calidad de las aguas. El impacto en la salud de los locales es también determinante frente a posibles enfermedades. A pesar de ello, la comunidad cuida del arroyo día a día en su intento por mantenerlo vivo.

En el marco del proyecto mencionado se ha creado un sistema de almacenamiento de agua a través de la recolección de agua de lluvia en tinacos o tanques de almacenamiento. Para ello se ha contado con el aporte y la participación comunitaria a lo largo de todo el proceso. Como ejemplo, y haciendo frente al aislamiento y la difícil accesibilidad que presentan algunas comunidades rurales guatemaltecas como El Quetzalito, la organización colectiva local ha permitido comunicar trayectos a través de la construcción de puentes para el paso de camiones que portaban los materiales requeridos para la construcción de los tinacos. Por otro lado, se imparten talleres de formación en salud e higiene para el buen trato del agua procedente de las nuevas infraestructuras. La comunidad participa también de forma directa liderando el monitoreo de esos hábitos en los hogares.

En este contexto, cabe destacar la situación de las mujeres guatemaltecas, que se encuentran discriminadas de manera triple: por su condición de mujeres, por su condición de indígenas, y por la pobreza. Frente a ello, en los proyectos de Sagrada Tierra las mujeres adoptan el rol de promotoras, trabajando en el acompañamiento de la autogestión de las comunidades. A su vez, la ONG local cuenta con el trabajo en terreno de una investigadora feminista, que monitorea, diagnostica y recoge la situación de la mujer en la comunidad. Este tema ha llevado a tratar también en el encuentro los Consejos Comunitarios de Desarrollo Urbano y Rural en Guatemala - los conocidos COCODES-. Estas unidades organizativas buscan identificar y promover prácticas participativas que reflejen las demandas de las comunidades. En este sentido, se ha identificado que muchas mujeres rechazan los COCODES ya que la representación de sus intereses y preocupaciones es escasa en estos espacios, especialmente para las mujeres indígenas, que lo identifican como lejano. A pesar de que en la práctica se ven reflejadas las dificultades de los COCODES, se ha mencionado que existe recorrido para avanzar en cuanto a la participación de las mujeres en estos espacios de decisión. Por su parte, Sagrada Tierra organiza formaciones mixtas de capacitación en diversas temáticas como liderazgo y comunicación, agricultura e incidencia política y participación en la comunidad, donde se insiste en el trabajo con las mujeres, presentando la existencia de estos espacios y la posibilidad de participar en ellos.

Desde la Diputación se ha animado a las entidades a buscar lazos en terreno para promover la articulación con otras organizaciones que tengan también recorrido en la participación y el liderazgo de las mujeres, o en su lugar, en otros temas que les permitan seguir fortaleciendo su actuación.