FORTALECIMIENTO DEL SUJETO POLÍTICO COLECTIVO DE LAS MUJERES EN GUATEMALA

Desarrollo

De la mano de la ONGDMundu Bakean”, hemos recibido la visita de Alejandrina Cano Romero, directora ejecutiva de la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala (UNAMG), que es una organización feminista histórica en el país, ya que nació en 1976 con la misión de fortalecer el pensamiento crítico de las mujeres, su organización y accionar político como sujetas sociales para la transformación integral de la realidad, de forma articulada con otros movimientos sociales a nivel nacional e internacional.

En 2018 la Diputación Foral de Bizkaia (DFB) ya financió a esta organización un proyecto de cooperación al desarrollo, denominado “Fortaleciendo la sostenibilidad de los procesos de participación ciudadana y política de las mujeres”, cuyo objetivo era fortalecer los procesos de participación ciudadana y política de las mujeres guatemaltecas a través de la formación, elaboración de agendas consensuadas y la incidencia política para la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión, aportando con ello a la construcción de la democracia con perspectiva de género en Guatemala.

Una característica de UNAMG como organización es el ejercicio permanente del análisis y la definición de procesos que respondan a la postura política reflexionada. Han formado parte de diversas alianzas y coordinaciones por el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre su sexualidad, para que el Estado asigne recursos financieros a las mujeres, por la participación política equitativa, contra la violencia hacia las mujeres y el acceso a la justicia, así como para dotar de mayor transparencia al sistema de justicia. También han construido alianzas con otros movimientos sociales en la lucha por la justicia social, la democracia plena y el avance de la agenda de la paz.

En este año 2024, la DFB ha aprobado a UNAMG el proyecto, presentado en el capítulo de emergencias, titulado “Ayuda alimentaria y sanitaria para las mujeres víctimas de las tormentas, inundaciones, despojos y violencias machistas en tres comunidades del valle Polochic”.

Y es que, desde hace 20 años, el Valle ha sufrido transformaciones, tanto en el espacio geofísico y sus ecosistemas como en las relaciones sociales de la población que lo habita y lo explota debido al avance del modelo extractivista representado en la industria del azúcar y del aceite, quienes controlan la casi totalidad de la tierra. La implantación de esta agroindustria ha tenido lugar gracias a la impunidad política que ha permitido que grandes empresas despojen a las comunidades indígenas de las tierras perpetrando violaciones a los derechos humanos, incluyendo violencia sexual, así como daños ambientales y creando creciente conflictividad social.

Hay que sumar también la inestabilidad climática con períodos de sequía y de inundaciones y un machismo endémico que hace de las mujeres uno de los colectivos más vulnerables. Fruto de lo expuesto, las comunidades carecen de recursos para comprar comida, de tierra para cultivar, ha aumentado la mortalidad materna e infantil, así como las agresiones sexuales a mujeres y los casos de sarna por falta de higiene, no hay energía eléctrica ni letrinas, etc. En este contexto, el objetivo del proyecto es asistir y mitigar necesidades básicas urgentes por medio de proveer alimentación y recursos de higiene a mujeres.