En estos años, ha volcado todos sus esfuerzos en documentar las violaciones de derechos humanos en la guerra y el genocidio de su país, que duró 36 años, así como las luchas de las mujeres por la justicia. No es la primera ocasión que esta reconocida fotógrafa nos visita para presentar sus publicaciones o muestras fotográficas, en las que de manera reiterada muestra las reivindicaciones de las mujeres en distintos momentos y contextos, contemplando de manera explícita la diversidad sexual, el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y la batalla contra las violencias. La búsqueda, Luchas cotidianas de mujeres diversas o El corazón y el cuerpo de las mujeres Ixiles, la voz de las mujeres del Caso Sepur Zarco y el caminar de las mujeres Achí son algunos de sus últimos trabajos que irremediablemente afrontan las luchas de los pueblos originarios; con sensibilidad y empatía, Cristina Chiquin acompaña a diversas mujeres sobrevivientes, permitiendo que sus historias sean retratadas desde sus sentires, luchas y resistencias, siempre en la búsqueda de justicia, recuperación de la memoria histórica, reparación y dignificación.

En su reciente visita, la fotoperiodista guatemalteca ha participado en diversos encuentros y en talleres creativos –como el desarrollado en Andretxea– en los que han trabajado los procesos de búsqueda de justicia de las mujeres en diferentes contextos y realidades, desde una mirada interseccional. Asimismo, hemos tenido ocasión de compartir informaciones de primera mano sobre el momento político ilusionante que vive Guatemala, no exento de riesgos e incertidumbres.

Cristina Chiquin fue galardonada con la Mención Especial del Premio Prensa-Mujer 2013 de la Asociación Española de Mujeres en los Medios de Comunicación, por su extraordinario aporte a la visibilidad de las mujeres sobrevivientes de graves violaciones de Derechos Humanos perpetradas contra la población ixil de Guatemala. Su trabajo fue realizado durante el juicio por genocidio y crímenes de lesa humanidad en contra de José Efraín Ríos Montt y Mauricio Rodríguez Sánchez. Esta mención especial, además de un galardón para la fotógrafa, supuso un reconocimiento a todas las periodistas latinoamericanas que denuncian la violencia feminicida.