VISITA DE BERNARDO CAAL, DEFENSOR DE DERECHOS HUMANOS Y LÍDER INDÍGENA DE GUATEMALA

Desarrollo

En el marco de la campaña “Bizitza Jokoan” (La Vida en Juego), coordinada por Mugarik Gabe, hemos recibido la visita del defensor de Derechos Humanos y líder indígena de Guatemala Bernardo Caal.

Durante esta visita, nos han presentado el Informe Bizitza Jokoan II. Extractivismo vs Derechos humanos. El estor: Una consulta de mala fe (o la violación del derecho de consulta) recientemente publicada, a la vez que nos han contado las diversas vulneraciones de derechos existentes en Guatemala.

Bernardo Caal es maya q’eqchi’, originario del departamento de Alta Verapaz y fue duramente criminalizado, perseguido e injustamente encarcelado durante más de 4 años por su liderazgo, en representación de las comunidades, en la lucha por la defensa del territorio q’eqchi’ frente a diferentes empresas transnacionales. Precisamente esa persecución y cárcel hizo que Amnistía Internacional le reconociera como preso de conciencia. Liberado en 2022 ha sufrido nuevos procesos de criminalización, con nuevas amenazas de encarcelamiento, siempre por la denuncia y lucha contra los proyectos extractivistas que se pretenden llevar adelante en Alta Verapaz.

Entre estos proyectos destaca la construcción sobre el río Cahabón de las represas Oxec I y II, razón central de la protesta que le llevó a ser perseguido. Igualmente, Bernardo Caal ha denunciado, nacional e internacionalmente, el complejo hidroeléctrico Renace que ha supuesto la total privatización de este mismo río, aguas arriba de Oxec. Precisamente, la mayor parte de las cinco represas en que ha consistido el proyecto Renace ha estado a cargo de la transnacional española ACS.

El río Cahabón es uno de los más importantes de Guatemala y central en la cosmovisión y vida de más 30.000 personas del pueblo q’eqchi’ en este territorio. Mujeres y hombres que ahora han perdido su acceso al agua debido a la disminución del caudal, al entubamiento en algunos tramos y las múltiples represas construidas por estos complejos hidroeléctricos. Sin duda, una de las mayores vulneraciones de los derechos humanos, entre ellos el de consulta, nunca realizada, además de a los de la naturaleza, que han tenido lugar en los últimos años en América Central.

Bernardo Caal considera que su lucha y experiencia en la cárcel ha sido muy exitosa, ya que con su criminalización se consiguió llamar la atención internacionalmente. El apoyo y la solidaridad internacional también están sirviendo para presionar a las empresas, consiguiendo que muchas licencias concedidas y proyectos hidroeléctricos que estaban por construir nunca se hayan puesto en marcha.

El espíritu de Bernardo Caal es dar a conocer las problemáticas existentes en Guatemala y sensibilizar a la población sobre el cuidado del medio ambiente. Por ello, hace especial mención a la importancia de regular y vigilar a las empresas europeas para que cumplan y respeten los derechos humanos, la vida, y los derechos de los pueblos originarios, que son los que más cuidan del medio ambiente. Estas empresas utilizan el eufemismo de “inversión” para referirse a quitar aguas y tierra a los pueblos originarios, considerando al agua como un bien público que no se puede privatizar.