El cementerio de Abadiaño, asociado a la iglesia de San Trokaz, es una interesante aportación al patrimonio regional, no sólo por su calidad intrínseca, sino porque se inscribe dentro de la familia de necrópolis conocida como cementerios porticados vizcainos. Se trata de una estructura propia de Bizkaia cuya fórmula, muy bella y funcional, consiste en plantear espacios ajardinados rodeados de pórticos en los que se alojan las sepulturas cubiertas por una sencilla tejavana. En este caso se observa un recinto rectangular definido por arcadas de columnas de orden toscano en caliza que sostienen cornisas de piedra. Proyectada en 1854, la necrópolis se ajusta al estilo neoclásico en una versión muy avanzada y madura que incluso pudiera ser ya considerada romántica.
Plaza de San Trokaz.
Visitable a cualquier hora.