La casa consistorial de Balmaseda fue construida entre 1736 y 1742 y reformada posteriormente en 1854 y en el presente siglo. Se trata prácticamente del único ayuntamiento vizcaíno que cede a las pretensiones decorativas del Barroco ornamental. La fachada principal concentra todos los elementos de interés: la planta baja sirve a un espectacular y exótico soportal, a modo de sala hipóstila, que es el elemento más significativo del consistorio encartado. En la planta noble se abren cinco ventanas defendidas por balcones de forja que descansan en amplios mensulones de piedra. En esta altura, el eje central se enfatiza al recargar la decoración del vano correspondiente, dar mayor amplitud al balcón, y sobre todo, por la presencia del escudo municipal.
En el núcleo central de Balmaseda.
Plaza de San Severino.
Visistable en horario laboral.