Zeberiogana es un santuario de honda raíz popular, con un valor más etnográfico que puramente artístico. Destacan en él, por una parte, su considerable tamaño, y sobre todo, el artístico coro, carpintería de aroma mudéjar con un antepecho en el que se vacían huecos parecidos a bocallaves con perfil de arco de herradura. El conjunto del santuario se encuentra rodeado por un pórtico de tipo popular sobre postes de madera, que en la parte de la fachada se transforman en columnas también lígneas. Aunque datable en los primeros compases del siglo XVI, la obra del coro no está documentada, como tampoco algunos pasajes del edificio, que debe de hundir su orígenes en plena Edad Media. Conserva en su interior un interesante juego de vasijas de cerámica con inscripciones, de principios del siglo XIX.
Desde la ermita-humilladero de Ermitabarri, que se encuentra junto a la carretera principal BI-3524, y próxima a la iglesia parroquial de Santo Tomás, nos desviaremos hacia la izquierda y seguiremos las indicaciones hacia Zeberiogana que encontremos hasta alcanzar el alto del mismo nombre.
Barrio Zeberiogana.
Ermita-Santuario de Nuestra Señora de Zeberiogana
Suele estar cerrado.